“Las imprentas sevillanas del Siglo de Oro al Barroco”
“Sevillian Printing Presses from the Golden Age to the Baroque Period”
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Universitat de Barcelona, Facultat d’Informació i Mitjans Audiovisuals, Barcelona. España. pedrorueda@ub.edu, https://orcid.org/0000-0001-5228-6774
La imprenta en Sevilla en el siglo XVII (1601-1700). Peñalver Gómez E. Sevilla: Editorial Universidad de Sevilla, 2023, 3 vols. ISBN: 978-84-472-3115-7
Recepción: 12.10.23 / Aceptación: 19.10.23
Las prensas tipográficas sevillanas del siglo XVII presentan un reto de estudio por su riquísima variedad de productos impresos y la notable diversidad de talleres existentes en esa ciudad. El libro de Eduardo Peñalver recoge su tesis doctoral defendida en 2019 y dirigida por Juan Montero, que, para su publicación, revisó, amplió y completó: en su estudio introductorio ofrece una panorámica fascinante sobre los impresores, que supera a todos los estudios previos. El resultado es una aportación que esperábamos desde hace más de un siglo, sin exagerar, ya que el Premio de Bibliografía de la Biblioteca Nacional de España a Tipografía Hispalense, de Francisco Escudero, fue concedido en 1864, pero la obra fue publicada en 1894. Aunque, afortunadamente, contábamos con un avance en el trabajo de Aurora Domínguez Guzmán, que abarcó la primera mitad del siglo. El estudio de Peñalver completa la tipobibliografía sevillana en un siglo, ampliando el estudio de Arcadio Castillejo del siglo XVI a la siguiente centuria.
Una ciudad y un siglo esenciales para el desarrollo de la imprenta y, no conviene olvidarlo, con un catálogo que recoge numerosos impresos vinculados al mundo americano, tanto noticias recibidas de América como infinidad de textos editados por los autores que enviaron sus manuscritos para imprimirse en Europa. Las conexiones de numerosos impresores (y libreros) sevillanos con el mundo atlántico son un aliciente para la consulta de esta obra, en la que aparecen reseñados numerosos títulos de los que apenas teníamos noticia. Las relaciones son un excelente ejemplo de los papeles impresos que abundaron y de los que, en muchos casos, se conserva un único ejemplar, como de la Relación del grandioso recebimiento, y elogios (1654) del duque de Alburquerque, virrey en México. En otros casos, el cuidado análisis bibliográfico depara pistas que pueden permitir conocer mejor los preliminares, los cuales resultan una mina de datos y recuperan autoras como Catalina de Luzón, quien escribió un soneto dedicado a Tomás de Palomares en su Estilo nuevo de escrituras públicas (1645).
La obra que nos ocupa incorpora un análisis bibliográfico con una metodología pormenorizada y sistemática que ofrece infinidad de casos complejos resueltos, y los ejemplares localizados con su clasificación en bibliotecas y archivos, con una cuidadosa poda de ediciones dudosas y errores acumulados. El resultado es un elenco de 4 522 noticias de impresos identificados como productos de las imprentas sevillanas, superando con creces las 1 094 noticias dadas por Escudero. Una parte de su valor es el minucioso ejercicio de adscripción a los talleres sevillanos tras un análisis de los ejemplares, verificando elementos decorativos y afinando el proceso de incorporación al catálogo, para reducir los riesgos habituales con los volúmenes sin indicaciones de pie de imprenta. Dicho aspecto que presenta notables dificultades, como poner de manifiesto el autor, en el caso de los porcones y textos legales, los pequeños impresos médicos y las menudencias que abundaron en el caso de las imprentas sevillanas.
Las prensas tuvieron una de las producciones más complejas y ricas de la época, incluyendo numerosas ediciones con falsos pies de imprenta y ediciones contrahechas. Estos asuntos son todavía hoy en día un quebradero de cabeza bibliográfico en algunas ocasiones, siendo necesario resolver cada caso y, cuando es posible, adscribirlo a un taller, tarea en la cual Jaime Moll ofreció pistas notables que han sido recogidas de forma sistemática en este libro. Además, conviene destacar la identificación del número de ejemplares que han sobrevivido y están disponibles para los investigadores, pero este estudio revela la existencia de 236 ediciones de las que no se conoce ejemplar, 1 422 de las que hay controlado un único ejemplar, y 2 293 de las que se conocen entre dos y nueve ejemplares. En el libro se registran infinidad de centros patrimoniales con ejemplares conservados, incluyendo numerosos casos de bibliotecas mexicanas, aunque la ausencia de catálogos colectivos del patrimonio bibliográfico en la mayoría de los países latinoamericanos y la falta de catálogos en línea en múltiples casos de bibliotecas hace difícil rastrear posibles ediciones sevillanas en los acervos, un problema que convendría resolver, ya que estos trabajos se enriquecen notablemente con los hallazgos de ejemplares no controlados hasta el momento.
Peñalver conecta con una tradición de estudios bibliográficos que está dando notables resultados en el caso español. La dificultad aquí es seguir el rastro, describir e identificar ediciones y emisiones. En muchos casos, los ejemplares han sido controlados bibliográficamente en catálogos solventes, pero una sorpresa de esta investigación es su pericia para detectar otros catálogos menos conocidos, seguir la pista a posibles casos, en ocasiones dudosos, y plantear soluciones, algunas veces provisionales, hasta que una verificación de los ejemplares o nuevos documentos permita resolver las dudas planteadas, ya que, como advierte el autor, en el caso “de los pliegos sueltos y las hojas, hace que su conservación sea sumamente problemática, excepto cuando se integran en facticios”. Algunos catálogos dan idea de la necesidad de contar con estos impresos controlados, ya que numerosas ediciones conservadas en bibliotecas latinoamericanas complementan el conocimiento de las ediciones sevillanas que han sobrevivido. Las fuentes documentales, explotadas en este libro, seguirán siendo materia de estudio, ya que los pleitos y los documentos inquisitoriales pueden darnos, en el futuro, algunas claves, así como ofrecernos nuevas pistas de ediciones desconocidas.
El apartado biográfico -en el que se tratan los impresores y libreros, entre otros, relacionados con los libros analizados- es, sin duda, uno de los aspectos más interesantes de la obra, ya que combina el análisis de los resultados del corpus, unido a unas referencias documentales procedentes de un trabajo inédito de Joaquín Hazañas y otros, que han sido explotadas con notable maestría. Es clave esta doble vertiente, el análisis del impreso y de todo el contexto del taller, que en el caso de las imprentas sevillanas ha podido reconstruirse siguiendo pistas de documentación esencialmente de protocolos notariales resumidos por Hazañas en sus notas Manuscritos para los tomos III y siguientes de la Imprenta en Sevilla. Respecto a este asunto, se detectan numerosas lagunas en las biografías que son señaladas acertadamente en la tesis de Peñalver, y que podrán resolverse con un estudio documental detallado que complemente las aportaciones por él recogidas. En este sentido, queda pendiente la reconstrucción de las relaciones en otros ámbitos, especialmente americanos y castellanos, con impresores que viajan, libreros-editores que negocian libros, etc. Las fuentes archivísticas lo podrán confirmar, pero las bases sólidas de esta monografía suponen un excelente estado de la cuestión.
En el caso de los libreros Mexía, por ejemplo, se han incorporado los hallazgos documentales de Juan Gil, que ha logrado reconstruir, de manera magistral, la familia en Sevilla y sus conexiones americanas. En el caso de otros libreros-editores como Pedro de Santiago y Lucas Martín de Hermosilla, se dan las pistas recopiladas por Clara Palmiste sobre sus negocios en la Carrera de Indias -L’organisation du commerce du livre à Seville au XVIIIe siècle (1680-1755), 2012-.
La tarea de síntesis realizada en el estudio de nuestro autor ofrece una comparativa entre la producción en el taller y las relaciones con el mercado de lectores, que apunta indicios que deben ser verificados, de nuevo, con otras fuentes, pero por primera vez tenemos el mapa de talleres, producción y relaciones internas de este mundo del libro. Las pistas sobre compra-venta de material tipográfico y prensas ofrecen vetas que deben seguirse en proyectos monográficos sobre algunos de los talleres, como la venta de “una prensa moliente y corriente” que realizó Alonso Rodríguez Gamarra al impresor gaditano Juan de Borja en 1616.
Es pues, este, un libro imprescindible, con un océano de datos que serán referenciados, que perdurará como un sólido ejercicio del noble arte de la bibliografía, al servicio de la comunidad de investigadores, y una ayuda indispensable para los bibliotecarios y catalogadores. En el terreno bibliográfico de los impresos sevillanos, esta bitácora es una pieza clave, que a buen seguro el autor podrá seguir completando en otros estudios y publicaciones.
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