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“El texto mixto: periódico-libro y maneras de construir el sentido”


“The Mixed-Text: The Newspaper-Book and Ways to Construct Meaning”

Aura Estefanía Ortega Pinelo*

* Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Filosofía y Letras, Ciudad de México. México, aura.e.ortega.p@gmail.com, https://orcid.org/0000-0003-4810-9198

La Gazeta de literatura de México (1788-1795) como periódico-libro. Estudio bibliográfico. Valdez Garza D. México: Universidad Nacional Autónoma de México / Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey / Historiadores de las Ciencias y las Humanidades, 2020, 260 pp. ISBN: 978-607-30-2848-6

Recepción: 24.01.22 / Aceptación: 08.03.22

Bg.Sep.22; 5(2)


La Gazeta de literatura de México (1788-1795) como periódico-libro es una obra que complementa y continúa la investigación publicada en Libros y lectores en la Gazeta de literatura de México (1788-1795) de José Antonio Alzate. El trabajo de Dalia Valdez sobre este periódico profundiza en la más reciente publicación, ya que enfatiza la materialidad de su fuente y busca entender la configuración de la gaceta y el aspecto que adquirió durante el proceso de edición e impresión, hasta llegar a manos de los lectores.

Como invitación al lector, la autora plantea cuestionamientos que muestran su razonamiento durante el proceso de investigación. El punto de partida radica en preguntarse ¿cómo llega a nuestras manos la Gazeta de literatura? Como lectores, nos volvemos conscientes de que no accedemos a ella de manera fragmentada, en entregas semanales o quincenales, ya que esta experiencia corresponde a los lectores contemporáneos del periódico; para el lector actual, la gaceta es accesible en volúmenes que recopilan todos los ejemplares.

El siguiente elemento a tomar en cuenta es fundamental: la edición. La Gazeta cuenta con más de una edición; una muy reconocida es la de 1831, de Manuel Buen Abad, que comprende 4 volúmenes. Para este trabajo era necesario utilizar la primera edición, pues uno de los propósitos planteados era conocer las características primigenias del periódico y así cotejar con otras versiones. Esta primera edición consta de 3 volúmenes y pertenece a la colección Salvador Ugarte, en la Biblioteca Cervantina del Tecnológico de Monterrey.

Otro aspecto importante está en el título mismo de la obra, me refiero al término “periódico-libro“. La propuesta terminológica ya había sido desarrollada por la autora en otro de sus textos, “El periódico-libro como concepto para el estudio de la prensa médica de México”, sin embargo, a través de los ejemplos y el análisis que se encuentran en La Gazeta de literatura de México (1788-1795) es posible entender esta propuesta, e incluso reconocer los elementos que la describen en alguna fuente similar a la gaceta de Alzate (por ejemplo, algún otro periódico del siglo XVIII novohispano). A grandes rasgos, el periódico-libro define la mezcla de formato entre ambos medios impresos; es un libro fragmentado o que sólo puede estar completo cuando se han obtenido todos los ejemplares del periódico. La explicación es mucho más compleja y solamente a través de la revisión material fue posible extraer más detalles que mostraran la forma periódico-libro, por ejemplo, reconocer cómo impacta en la producción de sentido de un lector, cómo se diferencia del sentido que otorga el formato de un libro y cómo puede cambiar al sólo tomar en cuenta un ejemplar del periódico.

Luego de aclarar este aspecto, la autora pone su atención en el análisis de la materialidad de la fuente; en primer lugar, se presenta una descripción de la estructura formal del periódico (portadas, paratextos y el texto mismo son fundamentales). Sobre las portadas se menciona su importancia para el impreso en el ámbito de la legalidad y la circulación, en tanto que debían contener los datos del autor (nombre), título de la obra, lugar y nombre del impresor. Para entender un poco la cronología de los datos legales observados en las publicaciones periódicas, Dalia Valdez expone algunos ejemplos: La Gaceta de México (1722) de Castorena y Ursúa, y la Gaceta de México (1728) de Sahagún y Arévalo; El Diario Literario de México (1768) de Alzate y el Mercurio Volante (1772) de Bartolache, que muestran la presencia de esos datos en un colofón agaregado a cada ejemplar. En las dos primeras obras periódicas de Alzate se destaca que el colofón era añadido a partir del segundo número, ya que en el primero había una portada, la cual tenía sentido al reunir todos los ejemplares publicados y formar un solo cuerpo; ahí, la portada del periódico tenía la misma función que una portada de libro: brindar legalidad al texto.

En la Gazeta de literatura se aprecia que los datos legales están condensados en la portada, omitiéndose en el resto de los ejemplares; el colofón desapareció, lo que dio lugar a un asunto donde Manuel Antonio Valdés intervino en beneficio de Alzate para que su gaceta continuara publicándose. El virrey Revillagigedo cuestionó el permiso de circulación, situación derivada de la ausencia del colofón y, por tanto, la falta de ese permiso. Esta omisión por parte de la imprenta de Felipe Zúñiga y Ontiveros, en ese entonces a cargo de Valdés, tuvo que ver con la economía de recursos; las portadas en cada ejemplar (con la licencia de circulación) encarecían el proceso de impresión y resultaban innecesarias, considerando que, al finalizar las publicaciones de cierto periodo, los lectores reunían sus ejemplares (suscripción) y los formaban como libros (el periódico-libro).

Esta investigación destaca otro aspecto relevante: la tipografía. ¿Qué nos puede decir este elemento sobre los cambios en la materialidad de un texto y los actores que la intervienen (autores, editores, impresores)? Pues bien, la tipografía se transforma de manera constante, principalmente debido a diferentes tipos de intereses, como los económicos y eventuales. Durante sus primeros 11 números, La Gazeta se imprimió en el negocio de Gerardo Flores Coronado, y la razón por la que Alzate decidió cambiar de imprenta fue por la falta de técnica del impresor, así como por la escasez de recursos en su taller, para responder a una mejor calidad y a las demandas del autor ilustrado. Alzate decidió entonces cambiar a la imprenta de Felipe Zuñiga y Ontiveros, lo cual implicó varios cambios en el formato, elementos que la autora describe acertadamente en su estudio.

En el siguiente apartado se encuentra la revisión tomo por tomo: tres en total, que corresponden a la primera edición de la gaceta. Esta parte, relativa a la descripción bibliográfica, se elaboró tomando en cuenta la estructura propuesta por autores como Fredson Bowers,1 Yolanda Clemente San Román,2 Philip Gaskell e Idalia García, y aquí encuentro otro acierto de la autora: la aplicación de la bibliografía material en un impreso novohispano clave para entender la transición entre el periódico artesanal y un modelo más cercano al que tenemos hoy en día.

El apartado sobre los tres volúmenes es técnico, pero justamente en él radica la parte medular de la investigación. A partir de esta información puede establecerse una comparación con otras obras periódicas de la época u otras ediciones de la misma Gazeta. Luego de la revisión tomo por tomo, siguen los registros bibliográficos: referencias bibliográficas que rescatan sus diferentes ediciones. En estos trabajos se mencionan algunas características materiales de cada edición de la gaceta, lo que constituye un ejercicio enriquecedor al momento de ejemplificar la diversidad de observaciones que pueden hacerse sobre la materialidad de un texto. Por último, se incluye una descripción sobre la configuración de las páginas, la disposición de la información y los elementos que la complementan: letras, encabezamientos, citas, notas y grafismos.

Los periódicos científicos, como el de Alzate, utilizan en gran medida el elemento de las citas, una herramienta usada para manifestar la conexión entre ideas y pensadores. La Gazeta de literatura presenta epígrafes (citas colocadas al inicio de los textos y que guardan una relación con el contenido), a través de los cuales es posible conocer algunos de los libros que estuvieron al alcance de Alzate. Resulta interesante también notar la importancia de la tipografía al momento de marcar separaciones, en este caso, entre el epígrafe y el título del escrito, para evitar que los dos se mezclaran, así, los diferenciaron mediante juegos tipográficos, por ejemplo, un contraste entre el título y el epígrafe a partir de tamaños de letras o su forma (redonda o cursiva).

En ese mismo sentido encontramos el uso de las comillas, las cuales van transformándose conforme se economiza el espacio; de colocar comillas marginales dobles (cuya aparición se daba en cada línea/renglón), hasta pasar a las comillas de seguir, que se colocaban al inicio del párrafo correspondiente a la transcripción. En cuanto a los grafismos, en la Gazeta se pueden encontrar letras y signos no alfabéticos, adornos, filetes y grabados. Sobre estos últimos, me gustaría hacer énfasis: los grabados tienen una clara e inquebrantable relación con el texto, pero en el caso específico de una publicación científica, el grabado cobra mayor importancia. Puede decirse que, en algunos casos, dan cuenta de observaciones directas, por ejemplo, algún botánico que dibujó una especie de planta; en otros, se habla de utilidad pública en tanto cuestiones técnicas, como el funcionamiento de alguna maquinaria.

En el contexto de Alzate (finales del siglo XVIII en Nueva España) las imprentas oficiales eran pocas, las limitaciones técnicas que llegaban a presentar no ayudaban y esto planteó retos, tanto para los impresores como para los editores y autores. ¿Cómo hacer un texto práctico, económico y atractivo a los lectores? Estos pudieron ser algunos cuestionamientos que hicieron que los actores de los impresos llevaran la edición un paso más allá. Revisar la materialidad de los periódicos brinda la posibilidad de reencontrarse con esta realidad de los participantes en el mundo de los impresos, de la historia de la edición y del libro, y justamente la investigación de Dalia Valdez suma a este arduo trabajo, para entender y visualizar de otra manera las fuentes cuando están en nuestras manos; observarlas con detalle y profundidad, para encontrar qué otras cosas nos están diciendo.

La autora nos muestra el trabajo de Alzate (el autor) y del editor a través de la composición de la Gazeta; su estructura, sus cambios en el tiempo, aquellas mejoras que demuestran la constante innovación técnica que debían perseguir los participantes en la producción de los impresos, si es que querían competir en el mercado de la imprenta.

La Gazeta de literatura de México (1788-1795) como periódico-libro es una buena oportunidad para leer un texto que nos permite fijarnos en los detalles que en muchas ocasiones se dejan de lado, pero que ofrecen grandes posibilidades para la investigación. Este trabajo suma a las investigaciones sobre José Antonio Alzate y una faceta que poco se ha tocado: el autor detrás de los periódicos. El énfasis puesto en la materialidad de la Gazeta de literatura permite al lector reconocer la complejidad y la atención de Alzate como creador de los materiales publicados.


Referencias
Bowers, Fredson. Principios de descripción bibliográfica. Traducción de Isabel Balsinde. Madrid: Arco Libros, 2001.
Clemente San Román, Yolanda. “Análisis, identificación y descripción analítica del libro antiguo. Las ediciones y sus variantes: emisiones y estados”. En El libro antiguo. Edición de Manuel José Pedraza Gracia, Yolanda Clemente San Román y Fermín de los Reyes Gómez. Madrid: Síntesis, 2003.

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