Advertencia editorial
Advisory Notice
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Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Bibliográficas, Ciudad de México, México, castrom@unam.mx, https://orcid.org/0000-0002-0758-3371
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Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Bibliográficas, Ciudad de México, México, lgodinas@unam.mx, https://orcid.org/0000-0002-4417-9837
Si el número anterior de Bibliographica nos proyectó hacia el fascinante mundo de la astrología con el Reportorio de los tiempos de Enrico Martínez, ante la situación actual que nos tiene aún confinados en casa debido a la pandemia de covid-19, hemos optado por viajar simbólicamente al interior de la república mexicana con el Álbum del ferrocarril mexicano, subtitulado Colección de vistas pintadas del natural por Casimiro Castro.
Obra cumbre de la litografía, arte traído a México en 1826 por el pintor Claudio Linati que lo pondría al servicio de ideas revolucionarias poco apreciadas en su momento,1 el Álbum del ferrocarril mexicano es heredero de una técnica que se fue refinando a lo largo del siglo XIX y mostró un marcado interés por poner al México independiente en el mismo nivel que los países europeos, además de ofrecer en sus retratos una imagen especular del país.
La actividad litográfica, que despegaría a partir de 1830 en México, estuvo durante mucho tiempo en manos de litógrafos franceses que buscaban en esta nueva tierra de Jauja -esbozada por el barón Von Humboldt en su Ensayo político sobre el reino de la Nueva España- un refugio ante el marasmo económico en el que estaba sumida Francia después de las derrotas napoleónicas.2
Si 1837 marca el inicio de un gran despliegue en la producción litográfica, entre otras razones por la aparición de periódicos significativos para la litografía, como el Mosaico Mexicano y El Diorama,3 la etapa clave para el desarrollo de un género editorial en el cual los textos y sus ilustraciones se unen para configurar un retrato vívido de la realidad circundante fueron sin duda los años 1854 y 1855, cuando tanto la influencia del Romanticismo europeo como el interés nacional por las escenas populares dieron pie a dos grandes éxitos editoriales: Los mexicanos pintados por sí mismos, obra costumbrista que utilizó la relación entre los textos emanados de las grandes plumas del momento y las representaciones pictóricas de personajes estereotipados para construir la imagen identitaria de la Ciudad de México;4 y, al año siguiente, México y sus alrededores. Colección de monumentos, trajes y paisajes, un trabajo de interés geográfico y antropológico a la vez, con textos de autoría múltiple y que fue creciendo en sus sucesivas ediciones. Esta última es, sin duda alguna, la obra que catapultó la carrera de su ilustrador principal Casimiro Castro, quien había iniciado unos años antes su colaboración gráfica con Ignacio Cumplido en La Ilustración Mexicana, revista de corta vida, pero que tuvo gran impacto en el desarrollo cultural de la nación en busca de identidad.5
El Álbum del ferrocarril mexicano se publicó en español, en inglés (Album of the Mexican Railway) y, en una edición especial de 1877, en francés (Album du chemin de fer mexicain) y contiene una efeméride del ferrocarril mexicano extraída de la recién publicada y también profusamente ilustrada Historia del ferrocarril mexicano, de Gustavo Baz y E. L. Gallo,6 que cubre desde los inicios de la implementación de este transporte en 1837 hasta 1873. Asimismo, ofrece descripciones -en prosa metafórica e hiperbólica- del panorama que se despliega ante el viajero que llega a Veracruz, punto de partida del viaje propuesto por García Cubas, Casimiro Castro, el litógrafo A. Sigogne y las palabras iniciales del Álbum:
Si desde el bajel que surca las aguas del Golfo mexicano, el viajero contempla las costas veracruzanas y el aspecto imponente del Citlatépetl, de ese faro colosal que la naturaleza ha levantado en el corazón de la sierra, puede ya imaginarse las fragosidades del suelo, que muy pronto han de ofrecerle en su rápido trayecto los más violentos cambios en la temperatura, en la vegetación y en los paisajes. Abandonadas apenas las arenosas y reverberantes playas, donde mueren los últimos oleajes del Océano, van descubriéndose sucesivamente extensas sabanas y feraces campiñas, sobre las cuales se levantan los primeros escalones de la cordillera, que descubre su cresta lejana y ondulante, con la gallarda corona que le forman las coníferas.
Esta exaltada relación, que cubre todo el camino que el viajero sobre papel puede seguir en el plano orográfico de la zona recorrida por el ferrocarril, aterriza después de las efemérides en una extensa descripción geográfica; se trata también de un recorrido mercantil, jurídico y arquitectónico de los lugares por donde transita, desde el puerto de Veracruz hasta la Ciudad de México. Las vistas firmadas por Casimiro Castro y litografiadas a color por Sigogne suman 25 ilustraciones cromolitográficas en las cuales los protagonistas son el tren y los lugares por los que cruza: puentes, estaciones, viaductos, barrancas, cumbres y montañas. La luz, dominada con maestría por el pintor, revela detalles de la naturaleza que atraviesa la máquina sin representar un elemento perturbador, sino un motivo de alegría que se dibuja desde los enfoques escogidos por el artista.
El estilo elegante, un tanto culterano incluso, del geógrafo García Cubas brinda descripciones que quizá pusieron en aprietos a los traductores (Georges F. Henderson y Gustavo Gostkowski, del inglés y del francés, respectivamente); sin embargo, resulta comprensible el empeño de García Cubas por redactar textos que correspondieran a la calidad de las vistas de Casimiro Castro, ya entonces considerado el cronista visual de México más importante de su tiempo, capaz de sorprender con perspectivas innovadoras.
La conjunción de estos dos personajes emblemáticos del arte, la ciencia y la cultura del último cuarto del siglo XIX, aunada a la experiencia y el conocimiento en el oficio del establecimiento litográfico de Victor Debray, nos legó un objeto bibliográfico de gran belleza que capta y sintetiza hiperbólicamente el interés de sus coetáneos por el progreso de México, materializado en el desarrollo del transporte ferroviario.7 Publicado el mismo año que accedió al poder Porfirio Díaz, el Álbum profetiza el interés que tendría para el político mexicano la evolución tecnológica y la imagen del país ante el resto del mundo.
Obra de gran relevancia tanto por su contenido como por su factura, el Álbum del ferrocarril mexicano es una lectura obligatoria para entender la transformación conjunta del arte, la literatura y la ciencia en el México decimonónico, al igual que el recurso de la imagen gráfica para fijar la identidad nacional en construcción.
Su presencia entre los libros raros de la Biblioteca Nacional de México permite que hoy sea representado en la portada y el banner de este volumen de la revista Bibliographica -gracias a los esfuerzos de digitalización de nuestro repositorio, abierto para todo el público-, en formato HTML en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, http://www.cervantesvirtual.com/obra/album-del-ferrocarril-mexicano-coleccion-de-vistas-pintadas-del-natural-album-of-the-mexican-railway-a-collection-of-views-taken-from-nature--0/, o bien en PDF en la Biblioteca Nacional Digital de México, con este código QR:
Véase el análisis de la actuación en tierras mexicanas de los carbonarios en María Ángeles Solà i Parera, “Escocés, yorkinos y carbonarios. La obra de O. de Attellis, marqués de Santangelo, Claudio Linati y Florencio Galli en México, 1826”, Boletín Americanista, núm. 34 (1984): 222-240.
Arturo Aguilar Ochoa, “Los inicios de la litografía en México: el periodo oscuro (1827-1837)”, Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas 29, núm. 90 (2007): 92, acceso el 16 de febrero de 2021, http://www.scielo.org.mx/pdf/aiie/v29n90/v29n90a3.pdf. http://dx.doi.org/10.22201/iie.18703062e.2007.90.2235.
Sobre Los mexicanos pintados por sí mismos y su importancia, véanse María Esther Pérez Salas, “Genealogía de Los mexicanos pintados por sí mismos”, Historia Mexicana 48, núm. 2 (octubre-diciembre de 1998): 167-107; de la misma autora Costumbrismo y litografía en México: un nuevo modo de ver (México: UNAM, IIE, 2005), y Claudia Colosio García, “La imagen mexicana hacia 1860: la construcción interartística de la identidad nacional en Los mexicanos pintados por sí mismos y México y sus alrededores”, en Imagen de México y el mexicano en dos momentos de su historia. Representaciones culturales y literarias, coord. de Daniel Avechuco Cabrera y Gerardo Francisco Bobadilla Encinas (Hermosillo: Universidad de Sonora, 2019), 37-67.
Para más información, consultar el artículo de Ana García de Fuentes, “La construcción de la red férrea mexicana en el Porfiriato. Relaciones de poder y organización capitalista del espacio”, Investigaciones Geográficas, núm. 17 (1987): 137-154, acceso el 16 de febrero de 2021, http://www.scielo.org.mx/pdf/igeo/n17/n17a8.pdf.
Aguilar Ochoa, Arturo. “Los inicios de la litografía en México: el periodo oscuro (1827-1837)”. Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas 29, núm. 90 (2007): 65-100. Acceso el 16 de febrero de 2021. http://www.scielo.org.mx/pdf/aiie/v29n90/v29n90a3.pdf. http://dx.doi.org/10.22201/iie.18703062e.2007.90.2235. | |
Baz, Gustavo y E. L. Gallo. Historia del ferrocarril mexicano: riqueza de México en la zona del Golfo a la Mesa central, bajo su aspecto geológico, agrícola, manufacturero y comercial. México: Gallo, 1874. | |
Castro, Miguel Ángel. “La emoción científica del paisaje. El Álbum del ferrocarril mexicano de Casimiro Castro y Antonio García Cubas”. Boletín del Instituto de Investigaciones Bibliográficas, nueva época, vol. X, núms. 1 y 2 (primer y segundo semestres de 2005), suplemento. | |
Colosio García, Claudia. “La imagen mexicana hacia 1860: la construcción interartística de la identidad nacional en Los mexicanos pintados por sí mismos y México y sus alrededores”. En Imagen de México y el mexicano en dos momentos de su historia. Representaciones culturales y literarias. Coordinación de Daniel Avechuco Cabrera y Gerardo Francisco Bobadilla Encinas, 37-67. Hermosillo: Universidad de Sonora, 2019. | |
Covo, Jacqueline. “Une revue littéraire au XIXe siècle: La Ilustración Mexicana”. En Typologie de la presse hispanique: actes du Colloque. Coordinación de Danièle Bussy Genevois, 61-67. Rennes: Presses Universitaires, 1984. | |
Galí Boadella, Montserrat. “Artistas y artesanos franceses en el México independiente”. Amérique Latine. Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM 17 (2009). https://doi.org/10.4000/alhim.3180. | |
García Cubas, Antonio. Álbum del ferrocarril mexicano. México: Establecimiento Litográfico de Victor Debray y Cía., 1877. | |
García de Fuentes, Ana. “La construcción de la red férrea mexicana en el Porfiriato. Relaciones de poder y organización capitalista del espacio”. Investigaciones Geográficas, núm. 17 (1987): 137-154. Acceso el 16 de febrero de 2021. http://www.scielo.org.mx/pdf/igeo/n17/n17a8.pdf. | |
Pérez Salas, María Esther. Costumbrismo y litografía en México: un nuevo modo de ver. México: Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Estéticas, 2005. | |
Pérez Salas, María Esther. “Genealogía de Los mexicanos pintados por sí mismos”. Historia Mexicana 48, núm. 2 (octubre-diciembre de 1998): 167-207. | |
Pérez Salas, María Esther. “Nuevos tiempos, nuevas técnicas: litógrafos franceses en México (1827-1850)”. En Impressions du Mexique et de France. Impresiones de México y de Francia. Dirección de Lise Andries y Laura Suárez de la Torre, 219-254. París; México: Éditions de la Maison des Sciences de l’Homme / Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, 2009. | |
Solà i Parera, María Ángeles. “Escocés, yorkinos y carbonarios. La obra de O. de Attellis, marqués de Santangelo, Claudio Linati y Florencio Galli en México, 1826”. Boletín Americanista, núm. 34 (1984): 209-244. |
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